9 nov 2015

BODAS DE PLATA DEL MUSEO



“La historia de los pueblos se nutre de grandes y pequeños hechos, de diversos aportes individuales y colectivos, y si bien muchos quedan en el anonimato, cada contribución forma parte del todo. En ese contexto uno de los más grandes aportes del conocimiento histórico, han sido y serán los museos, puesto que ellos sirven para hilvanar el pasado con el presente. El personaje central de nuestra cultura: “El Hombre” debe tener su lugar para conservar su acervo creativo desde su origen y su evolución hasta nuestros días”. Estas palabras preludian el Libro Histórico del Museo del Hombre Chaqueño, que cumple sus Bodas de Plata este 10 de noviembre.
Recorriendo sus páginas, nos encontramos con valiosos testimonios de este cuarto de siglo que vio pasar a distintos pioneros, pero en toda esta gestión a favor de la cultura regional, el espíritu de Ertivio Acosta, inunda todas y cada una de las acciones, sueños y proyectos aquí construidos.
Corría el año 1989 cuando un grupo de vecinos interesados en mantener el patrimonio cultural del Chaco, elevó un petitorio al Subsecretario de Cultura de la provincia, en ese entonces el Dr. Eduardo “ Cheche” Gómez Lestani, donde manifiestan:” Elevamos el presente para proponer un proyecto que redundará en beneficio de nuestra comunidad, enriquecerá nuestro acervo cultural y permitirá recopilar, ordenar, preservar y hacer conocer a la sociedad aquellos elementos que han influido en nuestra particular formación social y cultural”. El mismo esta rubricado por catorce firmas y la cuestión de fondo es que el Poder Ejecutivo provincial tome la decisión política de crear un Museo Histórico.
Es que desde hacía varios años, el estudioso del folklore regional (nos referimos a Ertivio Acosta –ET-), venía remando la mayoría de las veces solo y otras acompañado para atesorar todo aquellos que tuviera que ver con la formación cultural de nuestra provincia, siguiendo el ejemplo de quienes ya habían marcado un camino en ese sentido.
Carlos López Piacentini, dio el puntapié inicial con la creación allá por 1949, del primer Museo Municipal, el que fue cerrado en 1953. Meses después, fue don Felipe Gallardo, a la sazón, gobernador de la provincia Presidente Perón quién tomo la posta creando el Archivo y Museo provincial, siendo su primer director Monseñor Alumni. Dos años después el Museo pasó a depender del Ministerio de Instrucción Pública, y sus acciones se dispersan.
Pero el tesón y la firmeza de Ertivio, no cejan en su afán de que la provincia tenga su Museo Histórico y Cultural. El partía de una concepción que en aquel momento fue rechazada por núcleos academicistas que entendían que las investigaciones que realizaba el fundador de este museo “carecían de rigor científico”.
No obstante Ertivio seguía metiéndose en los lugares más insólitos de Chaco, Formosa. Corrientes y el Paraguay, anotando datos, juntando cacharros, amontonando recuerdos de aquel primitivo CHACÜ, que sus antiguos habitantes se negaban a perder y a ser objeto de una mutación cultural que había comenzado ochenta años atrás.
Es así que en prolongadas mateadas junto al Profesor Pedemonte, Haydee Huvell, Mabel Canto, Elisa Benítez de Acosta, Elba Mirta Alonso, Laura Alicia Cabrera, Manuel Montenegro, Jorge Monzón, Dionisia Esther Romero, Samuel Garro y Alberto Gerry, personas que si entendieron que era la “Cultura popular”, formaron la Comisión Pro –Creación del Museo del Hombre Chaqueño.
“Comenzamos a trabajar concretamente por este museo – acotaba Acosta en un reportaje de 1993 - en el año 1988 (...) convocamos a la comunidad, y gracias a los medios de comunicación, pudimos poner en funcionamiento este emprendimiento”
Ese día 10 de noviembre de 1990, se juntaron frente al edificio del Instituto de Previsión Social (IPS), decenas de personas que llegaron de las zonas aledañas a Resistencia en “carros, volantas, sulquis y a caballo”, luciendo sus mejores galas domingueras. La idea era realizar una caravana hacía la Plaza 25 de Mayo, y de allí, hasta Julio A- Roca, a la altura del 450, donde sería inaugurado el Museo del Hombre Chaqueño.
“Este Museo será un verdadero centro de irradiación cultural activo...”, sostuvo su mentor y fundador entre otras palabras. En la ceremonia se encontraban presentes autoridades provinciales y municipales. Se había hecho realidad el sueño del pombero. 
Hicieron uso de la palabra en la oportunidad el escritor y escultor Adolfo Cristaldo, y el músico y compositor Heraclio Pérez.
A parir de allí comienza escribirse otra historia, jalonada por éxitos, carencias, logros, frustraciones, pero básicamente por la voluntad y el esfuerzo que puso toda la comunidad del museo para hacer de esta institución un emprendimiento cultural de proporciones.
Por Decreto N° 108, firmado por el gobernador Danilo L. Baroni, de fecha 20 de febrero de 1991, se establecen las misiones y funciones que tendrá el flamante organismo, el que dependería de la Subsecretaría de Cultura de la provincia.
El orgullo de Acosta y quienes lo acompañaban era mostrar al pueblo de Chaco, del país y del mundo, los medios de transporte, con los que había contado el hombre chaqueño en su etapa fundacional. Cachapés, volantas, alzaprimas, tumberos, zorritas, jardineras, eran las “vedetes” de la primera exposición. Dichos carruajes se encuentran hoy en exhibición en la Casa Museo Geraldi, en Villa Elba, donde se los puede observar. 
El fundador del Museo, Ertivio Acosta, nació en san Luis del palmar, Corrientes, el 1 de setiembre de 1940. Fue Profesor de Moral y Civismo y Técnico en Museos, Título este último obtenido en la Universidad de la Plata.
Años enteros dedico Ertivio a dialogar con los habitantes tanto del centro como de las zonas marginales de la ciudad y fundamentalmente con los ancianos del campo, poseedores de una sabiduría muy particular, que luego plasmo en centenares de artículos periodísticos y en varios libros sobre Mitos y Leyendas, Religiosidad Popular, Danzas y Costumbres regionales y otros. Su legado hoy cobra mas vigencia que nunca, cuando se busca hacer visible aquello que la “Cultura Oficial” invisibilizó, ocultó, negó, tergiversando su historia y su identidad.
Aquel primer Museo del Hombre Chaqueño, quedó chico al poco tiempo. Con el apoyo de la comunidad se fue llenando de elementos que pertenecieron a un pasado teñido de glorias y de dolores. Entonces comenzó el peregrinaje por distintos sitios hasta lograr su edificio propio que hoy es el que ocupa, gracias a la cesión en comodato de SECHEEP.
Las secciones de Carruajes, Mundo Indígena, Muebles Históricos, Fotografías, Iconografías, Publicaciones y Esculturas, formaban el acervo de las galerías del primer Museo del Hombre Chaqueño.
El mismo se ha ido enriqueciendo merced a la inclaudicable labor de la Asociación de Amigos del Museo que viene trabajando, codo a codo, desde que se fundó el mismo.
Su directora actual, Ibanna Pérez, sostiene que estos 25 años encuentran al Museo en una etapa de expansión y crecimiento, tanto en materia de proyección comunitaria como en su estructura y patrimonio interno, como lo demuestran los centenares de visitantes extranjeros, nacionales, y delegaciones escolares de todos los niveles.
El mismo está organizado, declara la entrevistada, por una Área de Investigaciones Históricas, Área de Diseño, Didáctica y Difusión. Un Área de Museología y un Área Administrativa.
El Museo del Hombre Chaqueño celebra estos veinticinco años, poniendo en valor el patrimonio cultural provincial y regional, afirmando la identidad de hombres y mujeres de la región, verdaderos constructores de una riqueza espiritual, que nació de sus pueblos originarios, criollos e inmigrantes, en el camino de la superación, que supieron forjar sus fundadores, y que hoy se enriquece con el aporte de todos los chaqueños.